La conducción de vehículos es una preocupación frecuente en las personas que han sufrido un daño cerebral y han dejado de conducir, al ser una actividad que aporta independencia y favorece la autoestima. Sin embargo, las secuelas motoras, sensoriales, cognitivas y conductuales pueden afectar a la capacidad de conducción suponiendo un riesgo para la seguridad vial.

En España, el procedimiento para retomar esta actividad comienza por acreditar las aptitudes necesarias mediante un reconocimiento médico y posteriormente, superar una prueba práctica en la Dirección General de Tráfico.

Existen recursos para valorar y entrenar la capacidad de conducción adaptadas a personas con daño cerebral adquirido.

Según este artículo, “La decisión final sobre la aptitud para conducir debe tomarse después de un examen de conducción en carretera, preferiblemente complementado con una batería detallada de pruebas visuales, motoras, cognitivas y de comportamiento.”

En cuanto a la capacitación, los estudios defienden el entrenamiento contextual mediante simulador (Akinwuntan et al. 2005; Mazer et al. 2015 ) o en carretera (Soderstrom et al. 2006 ) frente al no contextual (Mazer et al. 2003 ).

En CEN, nos preocupamos por acompañar en este proceso y junto con la Autoescuela Gala, realizamos una valoración exhaustiva de las áreas afectadas que puedan interferir en el proceso de conducción, así como un entrenamiento contextual individualizado.

Si quieres volver a conducir ponte en contacto con nosotros y te acompañaremos en el proceso.

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK585578/